miércoles, 30 de enero de 2013

El cine o el hombre imaginario (comentario)


Comentario a partir de la siguiente lectura: Edgar Morin - El cine o el hombre imaginario

A pesar de las grandes posibilidades que habría podido tener la creación cinematográfica en su principio es interesante observar que fue específicamente el reflejo de lo cotidiano lo que más llamó la atención de los espectadores. El ser humano adora la imitación de la realidad por encima de la realidad misma. Tal vez por la magia que tiene el evocar la presencia de una ausencia; la fuerza de la nostalgia y de la posibilidad de vivir experiencias que no son las propias. 
Sin perder el contacto con la realidad, el hecho de la toma de una fotografía o de un video; la decisión de llevar a cabo el registro de un lugar u otro, o de una persona, o de un hecho; son factores que enaltecen en la imaginación a una u otra cosa. Que valga la pena registrar en una memoria más colectiva que la que se forma cada quien en el interior de su mente implica ya en sí una promesa de que lo referido será más allá de lo cotidiano y con valor suficiente para conservarlo en el pensamiento como un recuerdo. 
Lo que me gusta del texto de Edgar Morin es su comentario acerca de que toda imagen tiene una cualidad latente de tiempo reencontrado. El tiempo da miedo. El transcurso del mismo está más allá de nuestro control, y todo lo descontrolado y desconocido despierta en nosotros una natural ansiedad e impotencia. En el momento que se entrega al ser humano la posibilidad de conservar recuerdos de una manera más verídica aún de lo que podría ser la narración de cualquier historia, o un dibujo lo más cercano a la realidad posible, se está yendo precisamente en contra del transcurso inminente y descontrolado del tiempo y a favor de la necesidad del ser humano de agarrar el tiempo con las manos según deseos, dejarlo ir y recuperarlo cuando necesario. 
Lo que me pregunto ahora es si el observar un resquicio de un tiempo pasado que no volverá implicará más bien el despertar de nostalgia, en lugar de la ilusión de haber recuperado un tiempo ya perdido. Es cierto que a pesar de la tendencia que tenemos de apropiarnos de las fotografías (convirtiéndolas a veces hasta en fetiches), en el caso de la proyección de imágenes o de videos la lejanía de los mismos genera una ilusión de vida propia y de independencia, que más que acercarnos a sus recortes espontáneos de tiempo nos alejan aún más. 
Aún así, la situación que generan de mostrar la presencia de aquello que en realidad está ausente, generando una realidad mental bastante platónica, podría tener también implicaciones muy distintas. Lo cierto es que el ser humano no separa un objeto de la imagen del mismo objeto. La misma presencia-ausencia no despertará inmediatamente nostalgia en tanto que lo proyectado o fotografiado no tiene que estar necesariamente relacionado de manera íntima con el espectador, en primera; por otro lado el enfoque mental es más probable que se dirija primero a lo mágico de la presencia del doble de lo ausente a el hecho de la ausencia misma. La idea del doble es fascinante en tanto que la repetición es de las cosas más tranquilizantes que existen. Lo cierto es que el cine se vincula con el ser humano emocionalmente y es por eso; además de por la producción de asombro inherente a todo aquel descubrimiento tecnológico, filosófico y/o científico que necesitan un poco más de esfuerzo del necesario para comprenderlo; que su relevancia vital surgió así como lo hizo y se ha podido mantener hasta ahora, sin dudas a que se mantendrá todavía por un rato más.


Fotosecuencia






domingo, 20 de enero de 2013

Taller de imágenes en movimiento


A partir de esta fecha, todas las publicaciones de este blog son, no ya para el taller de fotografía, sino para el taller de imágenes en movimiento.

Para el taller de video el equipo con el que cuento no es gran cosa, pero es el siguiente: tengo un iPod cuya cámara de video puedo usar, además de una cámara de video de Sony (Handycam DCR-SR42). Francamente no he usado nunca ninguna de las dos, pero son digitales y no parecen difíciles de usar. 
No tengo ninguna experiencia con el video, más que la realización de videos simples para proyectos escolares en programas como moviemaker y imovie (que tampoco sé usar particularmente bien). En cuanto a software, no tengo aún nada. No cuento con luces, ni nada de equipo. 

Del curso espero poder aprender un mínimo del funcionamiento del equipo y del software para realización y edición de imágenes en movimiento, con la intención de poder desarrollar algún proyecto en video si en algún momento tengo el deseo de hacerlo. Me da curiosidad, sobre todo porque es algo que jamás he intentado hacer en serio. Mi idea sobre lo que son las imágenes en movimiento sería la de una secuencia de imágenes con una cierta narrativa por transmitir a quien la ve.